La siguiente parada fue en Italia. Llegamos al puerto de Civitavecchia, que es conocido por ser el puerto de cruceros más cercano a Roma. Como en Roma ya habíamos estado antes decidimos apuntarnos a la excursión de Tuscania y Tarquinia, dos pueblecitos cercanos.
Tarquinia
Lugar conocido por su pasado etrusco, hoy en día es un tranquilo pueblo muy cerca del puerto de Civitaveccia. Aquí estuvimos más tiempo paseando por libre y hacía menos calor, que era de agradecer.
Caminando por la via Umberto I, lo primero que vimos fue el Museo Nacional de Tarquinia, situado en el palacio Vitelleschi. En este museo está lo que se encontró en las tumbas etruscas de la necrópolis de Tarquinia, que está a las afueras del pueblo.
Después paseamos hasta la zona de la antigua muralla de la ciudad que todavía sigue en pie. Aquí estaba el castillo de Tarquinia y por eso este pórtico se conoce como Porta di Castello.
Las vistas desde este parque eran muy bonitas, pero nuestra guía nos contó que en Italia están muy preocupados por la sequía. Este año, 2017, la producción de frutas no ha sido la esperada y hasta las fuentes de agua potable de Roma han sido cerradas.
Piazza Giacomo Matteotti
La típica Vespa italiana
Tuscania
También fundada por los etruscos, este pequeño pueblo italiano parece sacado de una película. Con la iglesia, la fuente, las terrazas… ¡se podría hacer un anuncio como los de Dolce & Gabbana!
Cuando llegamos a Tuscania el sol de mediodía ya estaba calentando con mucha fuerza. La verdad es que aquí casi no hice fotos porque me estaba muriendo de calor.
Entramos a la ciudad por la Porta di Poggio y caminamos por la via Roma hacia las murallas. La iglesia de la foto es la de San Giacomo Maggiore, del siglo XVI.
Las vistas desde el parque Torre di Lavello, con la iglesia de Santa Maria Maggiore de fondo.