Río de Janeiro es una de mis ciudades favoritas. La gente alegre, la fruta más dulce que he probado nunca, las playas interminables y el contraste del mar con la montaña… Todo esto hace que Río se gane el nombre de Cidade Maravilhosa.
Estuve en Río en el 2014, justo después de que acabara el Mundial de Fútbol de Brasil a visitar a una amiga de ahí. Fueron las mejores fechas, el avión estaba vacío y en la ciudad todo era más cómodo porque todos los visitantes ya se habían ido.
Entre las muchas atracciones de la ciudad, una de las más fotogénicas y emblemáticas es el Pan de Azúcar o Pão de Açúcar en portugués. Desde esta montaña se puede ver el Cristo del Corcovado, la playa de Copacabana, la bahía de Guanabara y hasta el Morro Dois Irmãos. Os recomiendo comprar los tickets con antelación por internet para poder subir sin colas y ahorrar tiempo. Aquí dejo la página oficial.
Para subir se va en el tradicional «bondinho» o teleférico. El teleférico del Pan de Azúcar se estrenó en el año 1912 y tiene un total de tres estaciones. La primera estación está a la altura de la calle, la segunda en Morro da Urca y la última en el Pan de Azúcar. Morro da Urca es el monte más bajo y el Pan de Azúcar es el más alto.
Si buscas algo más exclusivo para subir a la montaña, no te gusta ir con el resto de los mortales o tienes mucho dinero y no sabes en qué gastarlo… ¡puedes ir en helicóptero hasta el helipuerto de Morro da Urca! La empresa dueña de este helipuerto ofrece tours de diferente duración, los de una hora cuestan R$ 2045.
Río en helicóptero
En la cumbre de Morro da Urca tienen las diferentes versiones del teleférico a lo largo de los años.
Desde la punta del Pan de Azúcar la panorámica es impresionante:
Cristo de Corcovado
Al bajar puedes ir a la praia Vermelha, que está a un lado del Pan de Azúcar. Dicen que esta playa se llama así por el color de su arena, ya que al atardecer cuando le da la luz del sol se ve roja.
No es una playa con muchas olas pero es muy profunda. Hay que tener cuidado al bañarse porque la corriente te puede arrastrar hacia el mar.
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